El Palacio Real es una de las obras monumentales más importantes de la ciudad de Madrid y, aunque no lo parezca, es una una visita cultural ideal para hacerla con niños, porque los verás disfrutar de sus impresionantes estancias y de la belleza e historia que albergan sus paredes.
Se contruyó sobre el terreno del antiguo Alcázar de Madrid, por lo que pasó de una fortaleza de la edad media a un palacio de los monarcas Juan II, Carlos V y Felipe II y, desde entonces, fue la residencia de los posteriores monarcas del imperio español.
El edificio se construyó con varias plantas que alojarían los gabinetes del gobierno español, los oficios de la Real Casa y los servidores pero, como es de esperar, no se pueden visitar las casi 3500 habitaciones, por lo que las visitas guiadas únicamente recorren una parte representativa.
El recorrido comienza en los salones oficiales; aquí debéis llamar la atención de los más pequeños sobre la riqueza de los materiales empleados en su decoración: estucos, mármoles, tapices…
Escalera Principal del Palacio Real
La imponente escalera que da acceso a la residencia real nos dará pie para hacer volar su imaginación… ¿Cómo eran los habitantes del palacio antes de que existieran los ascensores?, ¿Cómo se desplazaban sin coche?, ¿Era fácil subir las escaleras con las ropas que vestían?… No os perdáis los frescos de la cúpula.
Una vez arriba pasaremos por el salón de los alabarderos, los guardias encargados de la seguridad de los reyes, y de aquí al salón de columnas que alberga la curiosa colección de estatuas de bronce “Los Siete Planetas” y varios tapices del S.XVII.
¿Sabéis que estos tapices se utilizaban no sólo para decorar las paredes de piedra, sino para cubrirlas en invierno y que hiciera menos frío?.
Desde aquí pasamos a una serie de saletas, antecámaras y salones, cada una de ellas decorada de una forma singular con cuadros de conocidos pintores, porcelanas, mobiliario original restaurado, paredes forradas con tapices y sedas…
Cada estancia con una finalidad diferente: la sala donde el rey desayunaba, la cámara donde recibía visitas, la que fue dormitorio… ¡Qué de espacio necesitaban!.
Comedor de Gala
El comedor de gala será nuestra próxima parada, aquí nos surge un dilema ¿Dónde miramos?, ¿al precioso suelo, a los imponentes frescos del techo, a las 15 lámparas, a las columnas revestidas, a la mesa del comedor montada con platos, copas y centros de mesa?.
Recordad que, en la actualidad, el palacio sigue usándose para recepciones oficiales así que imaginad la de personas que pueden caber en esa mesa formada por tableros ensamblados que permiten hacerla más larga o más corta…
Después de ver dónde comían disfrutaremos de una exposición de objetos de menaje repartida por varias salas: adornos para las mesas, cuberterías, vajillas de porcelana y cristal, fruteros y jarras de plata…
Pasando por un corredor acristalado con vistas a uno de los patios interiores del palacio, llegamos a La Capilla Real, “sencilla” si no fuera por la imponente cúpula central que la corona.
Las habitaciones de la reina Mª Cristina serán las siguientes, la verdad es que no veremos cama, ni armario, ni enseres propios de una habitación, pero disfrutaremos de una colección única de Stradivarius, retratos, figuras y mobiliario que merecen una parada.
Otra antecámara y una saleta con elementos decorativos de los últimos reyes preceden la entrada al salón del Trono, el más representativo del palacio donde llama especialmente la atención el dosel con los dos sillones barrocos y los leones de bronce que lo custodian.
Este salón es escenario de los Actos Oficiales más relevantes: la pascua Militar, la recepción anual al Cuerpo Diplómático…
No olvidéis contemplar la fabulosa colección de relojes distribuida por todas las salas ni tampoco mirar hacia arriba…. las enormes lámparas de araña de bronce y cristal os dejarán asombrados por su tamaño y su decoración, sin perder de vista los frescos que decoran los techos. ¿Y los suelos?… de mármol o madera, pero todos diferentes y con bonitos mosaicos.
Del edifico principal no se visitan más salas, pero desde el patio principal, a través de una puerta situada junto a la verja, se accede a la Real Armería, quizás la parte más curiosa de la visita para los niños, conserva bardas, armas y armaduras originales que pertenecieron desde el Siglo XIII a los monarcas españoles (y a sus familiares).
Fijaos en su tamaño e imaginad lo que tienen que pesar. ¡Estos reyes sí que tenían que desayunar bien para poder llevarlas encima y manejarlas!. Por eso la Real Armería merece todo un capítulo aparte.
Si vuestra visita coincide con el primer miércoles de mes podréis disfrutar, además del Cambio Solemne de Guardia. Si es cualquier otro miércoles se representa un cambio de guardia simbólico en la Puerta del Príncipe (la que da a la Plaza de Oriente) desde las 11 hasta las 14 cada media hora.
Jardines del Palacio Real
Los jardines del palacio conocidos como Jardines del Moro y que se encuentran en su parte trasera, también se pueden ven. Su entrada es gratuita y el acceso a los mismos se encuentra por el Paseo de la Virgen del Puerto).
No dejéis de ir a visitar, con tu pareja o en familia, esta joya de nuestra arquitectura y museo de arte, escenario del día a día de los antiguos reyes de España.
Información
- Dirección: C. de Bailén, s/n, 28071 Madrid
- Teléfono: 91 454 88 00
- Horarios y tarifas: Para evitar colas y esperas os recomendamos que compréis las entradas por internet
- Web oficial: www.patrimonionacional.es
NOTA: Normalmente se prohiben las fotografías en el interior del Palacio, así que la mayoría de las imágenes interiores se han obtenido de internet, y son libres de uso.