La Puerta de Toledo sigue el modelo tradicional de las puertas construidas por el arquitecto italiano Sabatini, autor de la Puerta de Alcalá y el Palacio Real. De estilo neoclásico, está construida en granito y piedra blanca de Colmenar, se finalizó en 1827.
La última puerta ornamental de la villa de Madrid
Se estructura en tres vanos, con un arco central de medio punto mayor que los dos arcos laterales. Sobre esta estructura de tres arcos se añade un cuerpo que soporta esculturas con alegorías militares.
Ambas fachadas, la norte y la sur, están decoradas con pilastras y medias columnas, que tienen la particularidad de ser distintas en cada una de las fachadas de la puerta, igual que sucede en la Puerta de Alcalá, que también dispone de dos fachadas diferentes.
Sobre el arco central se sitúa un ático con una inscripción en latín, que indica la fecha de finalización y el monarca reinante en ese momento.
La ubicación de la Puerta de Toledo es excelente
Desde el Puente de Toledo se vislumbra una cuesta en línea recta que permite ver primero los dos obeliscos de la Glorieta de Pirámides y, al fondo, la silueta de la Puerta de Toledo.
Ya en el siglo XV existía una puerta llamada de Toledo de donde partía el camino que llevaba a dicha localidad. Su construcción obedece también al deseo de embellecer la entrada a Madrid desde el camino de Andalucía.
Diseñada por Antonio López Aguado como un arco triunfal dedicado al rey Fernando VII, con esculturas diseñadas por José Ginés y realizadas por Ramón Barba y Valeriano Salvatierra, la Puerta de Toledo se proyectó pensado en conmemorar un hecho significativo dentro de la vida política de la época pero, que a tenor de la rapidez en que se sucedían los acontecimientos, varió tres veces de objetivo.
Una puerta marcada por los vaivenes políticos de la época
Primero se pensó construirla en 1813 para conmemorar a la recién nacida Constitución de 1812. Se encargó su construcción a López Aguado, e incluso se colocó bajo los cimientos un pequeño cofre con monedas y objetos relativos a la reciente Carta Magna, pero el proyecto fue abandonado por falta de presupuesto.
En 1817, Fernando VII, a través de unos recién instaurados impuestos sobre el vino y otros licores reunió la cantidad de dinero suficiente como para culminar la proyectada Puerta de Toledo.
Como el rey había abandonado el constitucionalismo, el cofre ubicado en los cimientos cambió de contenido: de monedas conmemorativas de la Constitución de 1812 se pasó a monedas con la efigie del rey.
La lentitud de las obras hizo que éstas continuaran en el trienio constitucional (1820 a 1823), con lo cual se decidió una nueva intervención, esta vez bajo la clave del arco principal, para situar objetos pertenecientes al momento político en otro cofre, que contenía monedas y periódicos de la época que reflejaran el nuevo momento político marcado por el liberalismo.
Finalmente las obras culminaron en 1827, convirtiendo a la Puerta de Toledo en la última puerta ornamental construida en el Madrid histórico.
Ubicación y datos de interés
- Dirección: Gta. de la Prta de Toledo, s/n, 28005 Madrid
- Horario: Abierto 24 horas
- Coordenadas GPS: 40°24′24″N 3°42′42″O / 40.406714, -3.71162