En pleno centro de Madrid, entre la Gran Vía y la calle de Alcalá, se alza con su característica forma de cuña el Edificio Metrópolis, como la proa de un barco encarada en rumbo de colisión hacia la estatua de Cibeles.
Cada año, cada día, cientos de personas se paran ante su fachada y se hacen la foto de rigor con uno de los símbolos más representativos de Madrid; sin embargo, a diferencia de otros iconos cercanos, como el Museo del Prado o la estatua del Oso y el Madroño, su historia pasa a menudo desapercibida.
Para comprenderla mejor, lo primero que tenemos que hacer es familiarizarnos con la historia de la Gran Vía, así como con el contexto de la época en que fue construido.
La Historia de la Gran Vía y del Edificio Metrópolis
A finales del siglo XIX, toda la zona que hoy en día ocupa la Gran Vía, era un apiñado conglomerado de edificaciones que dificultaba la conexión entre los nuevos barrios de Salamanca y Argüelles.
Es precisamente por eso, por lo que se proyecta despejar esa parte del casco antiguo llevando a cabo la apertura de la Gran Vía.
Sin embargo, pese a que el proyecto es de finales del S. XIX, no sería hasta las tres primeras décadas del XX cuando se iniciarían los trabajos, debido a los muchos problemas legales con los dueños de algunas de las fincas.
Estos problemas se solucionaron en 1896 con la promulgación de una nueva Ley de Expropiaciones que daba el pistoletazo de salida a la construcción de una de las mayores arterias de la ciudad.
Cuando la floreciente industria empieza a ser capaz de crear nuevas tecnologías como la producción en masa de acero y cristal, la Gran Vía iba a ser el escenario de una de las revoluciones urbanísticas más importantes de la época.
La construcción consta de tres partes claramente diferenciadas:
- Calle Alcalá – Red de San Luis.
- Red de San Luis – Callao.
- Callao – Plaza de Leganitos.
Es precisamente en la primera de estas fases, donde se construye el edificio Metrópolis, entre 1907 y 1911.
Construcción del Edifico Metrópolis
Es curioso pensar que lo que hoy en día conocemos como Edificio Metrópolis, tuvo en su origen otro nombre, debido su anterior propietario.
Una particularidad de este edificio es que, desde su construcción, siempre ha pertenecido a diferentes compañías de seguros.
Inicialmente fue propiedad de “La Unión y el Fénix”, compañía fundada en 1879 a partir de la fusión de dos aseguradoras previas, “La Unión”, y “El Fénix Español”; pero en 1972, una nueva compañía de seguros entra en escena y adquiere el inmueble, es la aseguradora Metrópolis, quien a día de hoy sigue siendo la propietaria del edificio, y de la cual toma su nombre.
Otra curiosidad, es que donde hoy se levanta el edificio Metrópolis, estuvo en su día la popularmente conocida como “casa del ataúd”, llamada así debido a su estrechez.
La Casa del Ataúd
Eran tiempos complicados, con las últimas colonias españolas recién perdidas tras el desastre del 98, un joven Alfonso XIII que no terminaba de hacerse con la situación, la inmensa mayoría de la población campesina del país viviendo en unas condiciones muy precarias, y para rematarlo todo, la Guerra del Rif.
Todo esto, al final terminaría desembocando en la dictadura de General Primo de Rivera y la proclamación de la posterior Segunda República.
Con semejante caldo de cultivo, es doblemente impresionante que fuese durante este momento cuando se iniciasen las obras de semejante joya arquitectónica.
¿Se puede visitar El Edificio Metrópolis de Madrid?
Una de las dudas más recurrentes sobre el edificio, es si puede visitarse por dentro.
Por desgracia la respuesta es no: La última vez que se ha podido entrar en el edificio, fue en junio de 2019, durante una subasta realizada por el propietario, y que muchos madrileños aprovecharon para curiosear entre sus rincones.
Dado que el edificio está dedicado a las oficinas de la compañía, nada parece indicar que vaya a ser visitable en el corto plazo.
Por suerte los compañeros de madrida360.es, nos ofrecen una impresionante visita virtual por su interior, el despacho principal y la sala de juntas.
Curiosidades del Edificio Metrópolis
Si tú también eres de los que piensan que la Gran Vía empieza en el edificio Metrópolis, siento desilusionarte, pero un dato interesante es que su dirección exacta es la calle Alcalá número 39.
Hablamos de un edificio de los llamados “tipo envoltorio”, ya que se considera más valioso el exterior que el interior.
También se ha descrito en ocasiones como un edificio “tipo pompier” (de bombero en francés), dado que la cúpula se asemejaría al casco de un bombero, y hasta 1928, año en que se inauguró el Palacio de la Prensa en Pza de Callao, que on 45m de altura era el edificio más alto de aquella época en Madrid.
Sin duda, lo más interesante son los múltiples conjuntos escultóricos que podemos apreciar en la fachada, de los cuales quizá los más representativos sean el que podemos ver justo a los pies de la cúpula representando a la familia, obra de Mariano Benlliure, o el conjunto de alegorías de L. Lambert y Charles René Saint Marceaux, que simbolizan la Agricultura, el Comercio, la Minería y la Industria.
La Estatua del Edificio Metrópolis
En su cúpula, adornada profusamente con más de 30.000 panes de oro de 24 kilates y 205 focos, encontramos la estatua de la Victoria Alada.
En un principio, y haciendo honor al nombre del primer propietario del edificio, este lugar estaba ocupado por una estatua de un ave Fénix, que hoy en día podemos ver en el Paseo de la Castellana nº 33 (sede de la Mutua Madrileña).
La escultura que podemos ver hoy en día coronando la cúpula, es una obra del artista Federico Coullaut-Valera, y fue realizada en 1975.
¿Qué se puede hacer por la zona?
Si pasas por delante del edificio, ahí van algunas ideas para complementar tu visita:
- Visitar la Terraza del Círculo de Bellas Artes.
- Pasear junto a la fuente de Cibeles.
- Ver alguna exposición en el CentroCentro.