Las puertas de Madrid llegaron a su máximo auge en la cerca de Felipe de IV, construida en 1625 y modificada varias veces durante su existencia, que abarcaba una superficie de 500 hectáreas.
En equivalencia a la actualidad, esta cerca albergaba el distrito Centro, el Parque del Retiro y el barrio de los Jerónimos.
Las cinco puertas de Madrid principales de control al acceso y salida de la ciudad eran la puerta de la Vega, Toledo, Atocha, Alcalá y Bilbao o de los Pozos de la Nieve.
Oficialmente, esta cerca fue levantada por temas legales y de salubridad ciudadana, pero la realidad era que en las puertas todos los productos que llegaban a la ciudad pagaban sus correspondientes impuestos.
Motivos por los que nacieron lugares como la Plaza Mayor y por los que el crecimiento de Madrid se vio mermado hasta 1868 que se derruyó la cerca.
La Puerta de la Vega
La Puerta de la Vega daba acceso a la ciudad desde el camino del río Manzanares y estaba construida en la zona del alcázar de Madrid, cerca del lugar donde hoy se encuentran las armerías del Palacio Real, introduciéndose en la villa por un carril que se ha convertido en el paso de los siglos en la calle Mayor.
Parte de los cimientos de esta puerta de acceso a Madrid se pueden contemplar en el parque de Emir Mohamed I.
Puerta de Toledo
La Puerta de Toledo, situada en la glorieta con el mismo nombre, fue construida ya en el siglo XIX y se mantiene hoy en día como en aquel entonces, salvo por dos edificios bajos que tenía adosados y fueron derribados.
Fue levantada a modo de arco triunfal en conmemoración de la independencia tras la ocupación francesa.
Pero hubo más puertas con el mismo nombre: la primitiva Puerta de Toledo databa del siglo XV y estaba situada en las cercanías del hospital de La Latina, su nombre vino de ser el acceso directo a Madrid desde la ciudad de Toledo.
Puerta de Atocha
La Puerta de Atocha, demolida en 1850 para la construcción de la estación de Atocha, debía su nombre a un convento cercano con el mismo nombre.
Su ubicación daba salida al actual paseo de las Delicias y, a diferencia de las dos anteriores puertas citadas, no tenía predecesoras con el mismo nombre: fue construida de nuevas en la cerca de Felipe IV por Ventura Rodríguez en 1769.
Puerta de Alcalá
La Puerta de Alcalá, construida en el siglo XVIII, es el ejemplo más claro de cómo una puerta exterior de la ciudad se ha convertido en punto céntrico.
Mide casi 20metros de altura y los extremos laterales fueron diseñados para el paso de peatones. No fue la primera Puerta de Alcalá, pero de eso nos encargaremos en otro momento.
Puerta de Bilbao
Llegando al final de nuestro recorrido por algunas de las puertas de Madrid, nos encontramos con la Puerta de Bilbao o de los Pozos de la Nieve, que se situaba en la actual glorieta de Bilbao y tenía acceso directo desde la Carretera Real de Francia.
El segundo nombre le venía de un apodo popular por encontrase en la zona unos pozos que en invierno se llenaban de nieve y en verano se utilizaba como silos de agua.
¡Vaya paseo rodeando la ciudad! ¿Te quedas con ganas de más?… ¡Estamos esperando tus propuestas! 🙂